Encontrar el equilibrio interior

Encontrar el equilibrio interior
El yoga como herramienta para el bienestar físico y mental en jóvenes supervivientes de cáncer 
 
El yoga, originario de la India, es una práctica cuerpo-mente que combina el control de la respiración con posturas físicas para promover el autoconocimiento y la armonía. Sus beneficios van más allá de la flexibilidad y la fuerza, abarcando los ámbitos del bienestar físico y mental. Esta ancestral práctica está ganando reconocimiento como una valiosa herramienta para los jóvenes supervivientes de cáncer, ofreciéndoles un camino hacia la curación y el autodescubrimiento (1). 

Resultados prometedores: El yoga alivia los síntomas relacionados con el cáncer  
Las diferentes investigaciones sobre los efectos del yoga en los supervivientes de cáncer, incluidos adolescentes y adultos jóvenes, han arrojado resultados prometedores. Los estudios han demostrado que el yoga puede aliviar los síntomas relacionados con el cáncer, como la fatiga, el dolor y la depresión (2). Para los jóvenes supervivientes de cáncer, el yoga se convierte en un medio para recuperar el control sobre sus cuerpos y mentes, fomentando la resiliencia y mejorando su calidad de vida en general. 

Cultivar el bienestar emocional: El impacto del yoga en la ansiedad de los jóvenes supervivientes de cáncer  
En particular, el yoga ha demostrado su eficacia en la reducción de la ansiedad entre los jóvenes supervivientes de cáncer, permitiéndoles superar los retos emocionales que acompañan a su viaje. Además, pueden experimentar mejoras significativas en el funcionamiento social a través de la práctica regular de yoga. Además, se ha descubierto que el yoga mejora los niveles de actividad física y la movilidad funcional tanto de los supervivientes de cáncer como de sus familiares y compañeros, lo que contribuye a mejorar la calidad de vida de toda la comunidad (3). 

La ciencia al descubierto: Entendiendo cómo actúa el yoga sobre la neurobiología y las hormonas 
Los investigadores han profundizado en los mecanismos que subyacen a la eficacia del yoga, descubriendo su influencia en la neurobiología, la modulación hormonal y la funcionalidad inmunológica. Se ha descubierto que el yoga aumenta el flujo sanguíneo al cerebro, lo que provoca la liberación de dopamina y ácido gamma aminobutírico, que contribuyen a la sensación de bienestar (4). También regula el sistema nervioso autónomo, favoreciendo la relajación y reduciendo la ansiedad y la percepción del dolor (5). 

Reducir los niveles de cortisol: El papel del yoga en la reducción de la ansiedad, la depresión y el estrés 
Otras investigaciones han demostrado que la práctica del yoga puede modular los niveles de cortisol, con niveles más bajos de cortisol asociados a una disminución de la ansiedad, la depresión y el estrés percibido. Además, el yoga ha demostrado efectos sobre los marcadores inflamatorios y la actividad genómica, lo que indica su potencial para reducir la inflamación y promover la salud en general (6). 

Práctica segura: La importancia de contar con profesores experimentados en entornos oncológicos 
Si bien la naturaleza física de la práctica del yoga plantea un riesgo mínimo de lesiones, es fundamental que los jóvenes supervivientes de cáncer practiquen bajo la supervisión de profesores experimentados con capacitación específica en entornos oncológicos. Cumplir con las precauciones de seguridad garantiza una experiencia positiva y beneficiosa para estas personas que ya pueden estar lidiando con enfermedades crónicas (7).

El yoga ofrece a los jóvenes supervivientes de cáncer una vía para encontrar el equilibrio interior, permitiéndoles reconectar con sus cuerpos, controlar los síntomas y cultivar el bienestar mental. Al abrazar esta práctica ancestral, se embarcan en un viaje transformador de curación, resiliencia y autodescubrimiento que les permite prosperar más allá de la sombra del cáncer.


Autora: Sara Vivirito, CEIPES

Referencias: 
  1. Agarwal RP, Maroko-Afek A: Yoga into cancer care: A review of the evidence-based research. Int J Yoga 11:3-29, 2018
  2. Prathikanti S, Rivera R, Cochran A, et al: Treating major depression with yoga: A prospective, randomized, controlled pilot trial. PLoS One 12:e0173869, 2017 
  3. Wurz A, Chamorro-Vina C, Guilcher GMT, et al: The feasibility and benefits of a 12-week yoga intervention for pediatric cancer out-patients. Pediatr Blood Cancer 61:1828-1834, 2014
  4. Streeter CC, Jensen JE, Perlmutter RM, et al: Yoga Asana sessions increase brain GABA levels: A pilot study. J Altern Complement Med 13:419-426, 2007
  5. Rivest-Gadbois E, Boudrias MH: What are the known effects of yoga on the brain in relation to motor performances, body awareness and pain? A narrative review. Complement Ther Med 44:129-142, 2019
  6. Vadiraja HS, Raghavendra RM, Nagarathna R, et al: Effects of a yoga program on cortisol rhythm and mood states in early breast cancer patients undergoing adjuvant radiotherapy: A randomized controlled trial. Integr Cancer Ther 8:37-46, 2009
  7. Cramer H, Quinker D, Schumann D, et al: Adverse effects of yoga: A national cross-sectional survey. BMC Complement Altern Med 19:190, 2019

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