¿Qué alimentos debo tener siempre en casa? 

• Planifica con antelación: Planificar todas las comidas principales y los aperitivos a lo largo del día, por ejemplo al principio de la semana, garantiza una dieta variada, respetando las proporciones y evitando la repetición de comidas. Planifica tus comidas teniendo en cuenta los alimentos de temporada. 
• Organízate: Haz una lista de la compra, teniendo en cuenta los alimentos que aún tienes en casa.  
• Tómate tu tiempo: A la hora de hacer cambios saludables en tu dieta y en la del planeta, uno de los factores más importantes es elegir bien. Compra alimentos locales, de temporada y poco procesados. 
• Come algo: Antes de ir a comprar, haz una pequeña comida. Si vas a comprar con hambre, tenderás a comprar alimentos que no necesitas. 

• Comprueba tu lista de la compra y cíñete a ella: compra sólo lo que necesites. 
• Los productos refrigerados/congelados son los últimos que hay que poner en la cesta de la compra. 
• Si tienes capacidad para almacenar productos secos (como alubias, pasta, arroz...) cómpralos a granel. Para los frescos la compra puede ser semanal. 
• Comprueba la fecha de caducidad. Elige los que tengan una vida útil más larga. 
• Comprueba en la etiqueta nutricional el valor energético, la cantidad y el tipo de grasa, el contenido de azúcar y sal. Elige alimentos más sanos.  
• Da preferencia a los alimentos frescos (también pueden ser recién congelados) sobre los procesados: los alimentos frescos suponen una ventaja a nivel nutricional. 
• Al elegir frutas y verduras, decántate siempre por los productos de temporada, ya que son más baratos y nutricionalmente más ricos. 
• No hagas grandes despilfarros: al comprar alimentos perecederos debemos pensar en la cantidad exacta que necesitamos. 
• Truco para la compra: compara precios de productos similares. Éstate atento a las promociones del lugar donde compras los alimentos. Al comparar precios, no olvides comprobar el valor del precio unitario. 

• Guarda los alimentos inmediatamente para preservar su frescura / calidad. 
• Divide los alimentos en porciones según las comidas previstas para evitar desperdicios. 
• Utiliza primero los alimentos con fechas de caducidad más cortas. 

• Verduras frescas: pimientos, brécol, zanahorias, coliflor, maíz, pepinos, ajo, jengibre, verduras de hoja verde, setas, cebollas, patatas, calabaza, tomates, calabacín, etc. 
• Frutas frescas: manzanas, aguacates, plátanos, bayas, limones, limas, naranjas, melocotones, peras, piñas, etc. 
• Verduras y frutas congeladas: gran alternativa a los productos frescos. 
• Proteínas: huevos, judías, semillas de chía, garbanzos, edamame, semillas de lino molidas, hummus, lentejas, frutos secos, mantequilla de frutos secos, guisantes, semillas, tahini, tempeh, tofu, etc. 
• Productos lácteos o derivados: leche y yogur con probióticos. 
• Cereales: pan, quinoa, fideos, pasta, arroz, avena, tortillas. 
• Productos enlatados: judías, garbanzos, leche de coco, maíz, lentejas, guisantes, tomates enteros o en dados, pasta de tomate. 
• Aperitivos saludables: frutos secos, barritas de cereales, frutos secos/semillas. 
• Aceite y especias: aceite de oliva, aceite vegetal, albahaca, pimienta negra, chile en polvo, canela, cilantro molido, comino molido, curry en polvo molido, ajo en polvo, cebolla en polvo, orégano, pimentón en polvo, romero, salvia, sal (yodada), cúrcuma, tomillo molido.