Espacios verdes y azules
¿Cómo influyen en nuestra salud y nuestra vida?
El entorno urbano
En los últimos cien años, las condiciones de vida de los habitantes de Europa han cambiado de forma inimaginable, especialmente desde el siglo XIX hasta nuestros días. Según la Comisión Europea, se calcula que el 85% de la población de la Unión Europea vive hoy en zonas urbanas [1].
Aunque el entorno urbano puede proporcionar un mayor acceso a recursos, como un sentimiento de comunidad, pertenencia y un acceso más fácil a recursos importantes, también se caracteriza por un mayor riesgo de muchos factores de estrés físico y psicológico que repercuten negativamente en la salud humana, como el ruido, la contaminación atmosférica y la inactividad física [2].
En la ya clásica obra de Stanley Milgram sobre psicología urbana, Milgram hizo hincapié en la sobrecarga como concepto para relacionar las condiciones urbanas con los comportamientos observables [3], una observación que compartió con el sociólogo Georg Simmel en sus descripciones de lo que se consideraría como ciudad moderna a principios del siglo XX [4]. Ya entonces, Milgram y Simmel describieron síntomas de agotamiento parecidos a lo que hoy llamamos burnout. Esto se ha observado en numerosos estudios desde entonces, lo que respalda la hipótesis de que las condiciones de vida en la ciudad pueden debilitar la salud mental y física.
El impacto de la naturaleza sobre nuestra salud
Por el contrario, cada vez hay más pruebas que apuntan al impacto positivo de la naturaleza en la salud humana. Kaplan [5] describe que la naturaleza tiene un efecto restaurador y, en su investigación, ha distinguido cuatro criterios para que la naturaleza sea rehabilitadora:
- Estar lejos (que el espacio dé al visitante la sensación de transportarse a otro mundo).
- Extensión (que el espacio se perciba lo suficientemente amplio como para dar sensación de libertad).
- Fascinación (que el espacio despierte el interés y proporcione impresiones sensoriales estimulantes).
- Compatibilidad (que el visitante sienta que encaja en el entorno y que éste es compatible con sus necesidades).
No sólo la propia naturaleza en los espacios naturales afecta positivamente a la salud de las personas, sino que incluso los espacios verdes dentro de las ciudades pueden tener efectos reparadores si cumplen esos cuatro criterios [6]. Los efectos sobre la salud de los espacios verdes y azules pueden resumirse en tres áreas generales:
1. reducción de los perjuicios de la contaminación atmosférica, el ruido y el calor;
2. restauración de la atención y reducción del estrés;
3. mejora de la actividad física y la cohesión social.
El concepto de naturaleza como fuente de recuperación no es nada nuevo en la historia de la humanidad, ya la recomendaba Hipócrates. Pero la proximidad a la naturaleza ha cambiado significativamente con la urbanización y el interés por el tema ha aumentado, ya que pasamos más tiempo en espacios cerrados y hay indicios claros de que los espacios verdes y azules son importantes para el bienestar humano [7].
Además del consejo de la OMS de realizar 150 minutos de actividad física a la semana, hay pruebas científicas de que pasar al menos 120 minutos a la semana en entornos naturales contribuye a una buena salud y un mejor bienestar [8]. ¡Así que toca ponerse los zapatos y pasar un rato en la naturaleza hoy mismo!
Autor: Luyolo Mazomba-Karlsson, Region Västerbotten
Fuentes:
[1] Pesaresi, M., Melchiorri, M., Siragusa, A., & Kemper, T. (2016). Atlas of the human planet–Mapping human presence on earth with the global human settlement layer. JRC103150. Publications Office of the European Union. Luxembourg (Luxembourg): European Commission, DG JRC. Available at: https://ec.europa.eu/jrc/en/publication/eur-scientific-and-technical-research-reports/atlas-human-planet-mapping-human-presence-earth-global-human-settlement-layer.
[2] WHO. (2021). Urban Health. [Online]. Available: WHOhttps://www.who.int/news-room/fact-sheets/detail/urban-health. [2022, September 19]
[3] Milgram S., The experience of living in cities. Science 167, 1461–1468 (1970).
[4] Simmel, G (1981). Hur är samhället möjligt?. Göteborg: Bokförlaget Korpen.
[5] Kaplan, R., & Kaplan, S.(1989).The experience of nature: A psychological perspective. Cambridge University Press.
[6] Ottosson, M., & Ottosson, Å. (2006). Naturen som kraftkälla. Naturvårdsverket.
[7] Mariya Geneshka, Peter Coventry, Joana Cruz, Simon Gilbody (2021). Relationship between Green and Blue Spaces with Mental and Physical Health: A Systematic Review of Longitudinal Observational Studies. International Journal of Environmental Research and Public Health, 2021, Volume 18, Issue 17, Page 9010
[8] Mathew P. White, Ian Alcock, James Grellier, Benedict W. Wheeler, Terry Hartig, Sara L. Warber, Angie Bone, Michael H. Depledge, Lora E. Fleming. (2019). Spending at least 120 minutes a week in nature is associated with good health and well-being. Scientific Reports, 2019, Volume 9